Mary Enright fue cooperante en Somalilandia desde agosto del 2002 a diciembre del 2003, y más tarde en noviembre del 2004 a junio del 2005, con la Universidad Amoud y la Organización Internacional del Trabajo en el campo de la gestión de la información.
¿Qué has hecho desde que terminaste tu convenio con Progressio, y qué haces ahora?
Actualmente trabajo para la Biblioteca y Cultura de la Ciudad de Westminster, donde soy la Gerente de Lectura, Aprendizaje y Servicios Comunitarios. Trabajé temporalmente en algunos proyectos para Westminster durante seis meses entre mis dos estancias en Somalilandia, y me invitaron a quedarme más tiempo cuando volví a Londres. Estoy en mi puesto actual desde enero de 2006.
Por favor, describe tu rol como cooperante, y la organización con la que trabajaste.
Mi primer rol, el más duradero, fue como bibliotecaria en la Universidad de Amoud en Borama, al noroeste de Somalilandia, cerca de la frontera con Etiopía. Se trataba de una nueva universidad fundada y dirigida por la comunidad local, y financiada principalmente por las remesas del exterior. Los profesores eran académicos Somalíes regresados del extranjero, y miembros del personal internacional de Progressio, organizaciones de las Naciones Unidas y organizaciones benéficas de EE.UU. Se creó una biblioteca en edificios restaurados que atrajo grandes donaciones de libros y de personal local para trabajar allí, sin embargo carecían de experiencia para organizar el material y desarrollar sistemas y procesos que permitieran a los estudiantes sacar el máximo provecho de la biblioteca. Esta fue mi tarea, transmitir los principios fundamentales de la gestión de la información al personal, y capacitarlos en el mantenimiento del servicio.
También ayudé a establecer sistemas y organizar una pequeña biblioteca pública en Hargeisa (la única en el país): formé al gerente y al personal (todos voluntarios) e introduje servicios sostenibles.
Además, asesoré en una segunda nueva universidad, la Universidad de Hargeisa.
Una vez allí, me llamó la atención el hecho de que en cada una de estas bibliotecas sólo había un par de libros sobre el propio país, su historia, cultura y gente. Decidí adquirir una colección de libros sobre Somalilandia / Somalia en inglés y somalí, a tratar de conseguir otro período como cooperante en el país para llevarlos de regreso y a establecer una biblioteca con material local.
¿Qué te animó/inspiró a postular a una vacante de cooperante con Progressio?
Yo había estado estudiando Desarrollo Internacional en la Universidad Birkbeck a tiempo parcial y estaba interesada en hacer algo útil en un país en vías de desarrollo. Profesionalmente soy bibliotecaria, y en ese momento había completado más de 13 años como Jefa de la Biblioteca de Poesía en el South Bank Centre. Cuando vi el anuncio del puesto de bibliotecario en Somalilandia quedé inmediatamente impresionada por lo apropiado que era para mí, y estaba encantada de que mi solicitud hubiera sido aceptada.
¿Qué le impactó más sobre el modelo de cooperante de Progressio?
Ser asignada a una organización contraparte fue un método muy eficaz. Como Borama estaba a tres horas en auto de la oficina de Progressio en Hargeisa, pasé mucho tiempo sola, y mis colegas locales me proporcionaban compañía y vida social, pues carecía del refugio de una comunidad internacional. Las necesidades de la organización contraparte ocuparon todo mi tiempo y energía, lo que contribuyó a su éxito. El concepto de la transferencia de habilidades en el trabajo fue muy importante y, repito, ser asignada a la contraparte constituyó un gran factor en la realización de este trabajo. Cuando volví en mi segundo convenio de cooperación, me llamó la atención el hecho de que los sistemas que había creado originalmente aún funcionaban bien y el personal local los gestionaba perfectamente.
¿Qué disfrutaste/tee gustó más de tu rol y experiencia como cooperante?
Disfruté mucho la compañía de mis colegas somalíes, y ver el proyecto tomar forma, poco a poco, pero a paso firme. Ver como todo comenzaba a encajar. El apoyo del Dr. Adan Abokor, Director de Progressio en Somalilandia, fue algo que valoré mucho, y lo recuerdo con admiración y respeto como una de las mejores personas con las que he trabajado.
Cuéntanos algunos de tus logros más importantes mientras trabajabas como cooperante.
Ver que el entrenamiento que había impartido estaba todavía en uso y trabajando eficazmente.
Llevar una cantidad considerable de libros y materiales sobre Somalilandia al país, y ponerlos por primera vez a disposición del público, en un nuevo Centro de Recursos en Hargeisa, a través de una asociación con la Organización Internacional del Trabajo.
Ser testigo de la fascinación de la gente, especialmente de los jóvenes, al leer libros sobre su historia y cultura.
¿Cuáles fueron algunos de los principales desafíos y lecciones aprendidas?
Hubo muchas dificultades físicas, como acostumbrarse a la provisión de energía eléctrica muy limitada, y la falta de frutas y verduras. No era fácil estar segura de que siempre estaba haciendo lo correcto. También era bastante difícil vivir en un país cien por ciento musulmán, pero esto me enseñó mucho acerca de la universalidad de la experiencia humana y lo parecidos que somos.
¿Esta experiencia le cambió como persona?
Sí, en el momento lo hizo. Aunque probablemente no de una manera fundamental. Sin duda, es una manera de poner las cosas en perspectiva, de poner a prueba nuestra propia capacidad de recuperación, y llegar a ser más tolerantes.
¿Esta experiencia como cooperante tuvo alguna influencia en tu carrera/dirección futura, y te ha ayudado a llegar donde estás hoy?
Mis habilidades de trabajo se ampliaron considerablemente, sobre todo en lo que respecta a la gestión de personas y proyectos. Creo que también ayudó a perfeccionar mi juicio y a desarrollar mi enfoque hacia el trabajo. El aspecto comunitario de las organizaciones allí, y también de las ONGs con las que trabajé todavía influye en el trabajo que realizo con la Ciudad de Westminster en Londres.
¿Qué consejo darías a alguien que esté pensaņdo ser cooperante?
No dude en hacerlo, es muy poco probable que se vaya a arrepentir. Sea flexible, abierto y esté preparado para aceptar las ventajas y las desventajas.